lunes, 29 de diciembre de 2008

SOMBRAS EN LA OSCURIDAD

Teplitz, Austria, principios del siglo XIX. En plena crisis motivada por su agrio carácter y un galopante ataque de sordera, Ludwing van Beethoven compone tres misteriosos quintetos en la soledad de su alcoba. Su amigo de la infancia, doctor Franz Wegeler, asiste paralizado a la sobrenatural secuencia que sucede tras sonar las notas.
Barcelona, siglo XXI. Una periodista en acuciantes apuros económicos y profesionales recibe el encargo de buscar la partitura en la que fueron escritos dichos quintetos. Aunque para la historia oficial no existe transcripción conocida de los mismos, pero sí constancia de haber sido compuestos –dato absolutamente verídico-, Wegeler pudo tomar nota de ellos gracias a los conocimientos musicales que el propio Beethoven le transmitió.
A lo largo de la historia numerosos personajes de renombre y personas anónimas se enfrascaron en la búsqueda de la partitura, entre ellos el propio Napoleón Bonaparte y el mismísimo Adolf Hitler. En el presente de la periodista, es un tenor renombrado quien anda tras los pasos de la partitura, y quien ofrece a la mujer una suculenta oferta económica que le permitirá solucionar el resto de su vida a cambio de las notas desconocidas.
Una actriz desaparecida, un editor y director que acosa a sus empleadas, un periodista mujeriego y adulador, un anciano músico auto exiliado y un joven cargado de siglos son los compañeros de viaje de Soledad en la búsqueda de la partitura, que la llevará desde Barcelona hasta Amsterdam, Viena, un pueblo de Galicia, y de vuelta finalmente a Barcelona. Una partitura compuesta por Beethoven, que garantiza veinte años de éxito a quien la toca al piano, a cambio de una eternidad en manos de su Amada Inmortal –con la que el genio mantuvo una apasionada correspondencia real que se reproduce íntegramente al final del libro-.

No hay comentarios:

Publicar un comentario